El único fundador vivo de la fundación del Estado de Israel. |
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![]() La familia de Vicente viene a nuestra iglesia y he sido testigo de la forma como ellos oran por él y han recibido respuestas a sus oraciones. El domingo 6 de Marzo leímos esta carta como un testimonio de lo que Dios puede hacer cuando una persona entrega su corazón al Señor. Ahora oramos para que Vicente siga firme y Dios mueva las cosas para su bien. En la foto Vicente recibe uno de sus reconocimientos por su esfuerzo en aprender a ser mejor. Carta de Vicente: San Luis Obispo, California. Me llamo Vicente Arizmendi, soy originario de Morelos, México y tengo 43 años de edad. Gracias a Dios estoy bien de salud y con mucho entusiasmo y gusto de compartir mi vida y testimonio con ustedes. Estoy preso en la cárcel cumpliendo una condena de por vida, llevo 21 años y medio privado de mi libertad y hasta el año 2034 tendré una oportunidad de ser puesto en libertad cuando se me conceda una entrevista con comisionados y psicólogos que verán mi caso. Claro, para eso tendría que estar rehabilitado y ser un mejor ser humano. Nunca pensaba en esa fecha porque para entonces tendré 61 años, pero nunca perdí la fe o la esperanza, aunque no tenía una relación con Dios. La vida en prisión consiste en ser fuerte, jamás débil, yo respetaba a toda persona que decía ser cristiana, pero vivía mi vida a mi manera, me gustaba el alcohol, las drogas, las pandillas y una vida criminal. Hoy acepto que era todo eso y de lo peor; uno no piensa con claridad, hace todo sin saber que las consecuencias vendrán, no se da cuenta de todo el daño, dolor y sufrimiento que uno le causa a los demás, a la familia y a uno mismo. A la edad de 15 años me metí a las pandillas, yo creía que eran mis amigos perfectos, me hacían sentir querido, que yo les preocupaba y de ahí vinieron las cervezas, las peleas, llegué a robar y a los 17 años me había salido de mi casa para no meter a mi familia en problemas y por miedo a que me mataran. Fue una terrible decisión, no tenía donde dormir, comer o vivir; uno de mis amigos me acompañó y nos dedicamos a tomar y a dormir en los parques, luego encontré ocho adolescentes más que me dieron su “amistad” y me llevaron con ellos. Aprendía a robar, a drogarme y hacer otras cosas terribles. Yo quería demostrarles a mis amigos que era valiente con el fin de que me aceptaran. No me importaba nada, ni mi propia vida, ni la de los demás, esa era la vida que yo viví por seis años y me pasó de todo: un balazo en la pierna, heridas de cuchillo, peleas a puño limpio; nada me dolía, era el problema, mis sentimientos y emociones estaban muertos y me llené de deseos de venganza. El tiempo pasó y le quité la vida a un hombre llamado Robert, luego quise hacer lo mismo con otro llamado José y Arthur. El daño que hice fue terrible y me duele mucho. Me arrestaron y yo negaba ser el culpable de todo lo que me acusaban, no era consciente del daño que realicé y llegué a prisión a los 24 años. Estuve dos años en el Condado de Los Ángeles, continué haciendo cosas peores con el fin de sobrevivir, yo era feliz estar rodeado de criminales, era el modelo a seguir, en mi mente hacía todo ello para ganarme el respeto de la pandilla. Las drogas y el licor eran mi escapatoria, así viví 20 años más porque no creí que algún día saliera libre. Sinceramente estaba cansado de esta vida, ya nada me satisfacía, nada tenía sentido, nada tenía sabor, ni la droga, ni el alcohol, ni mucho menos la compañía de mis amigos; por fin toqué fondo y empecé a anhelar ser una mejor persona. Primero asistí a un grupo de autoayuda llamado:” Victim awareness”, se trata de enseñar el impacto del crimen y el daño que uno causa al quitarle la vida a un ser humano. Ahí comprendí y me hizo reflexionar el daño y el dolor que yo había causado; luego me invitaron a otra clase que trataba de las pandillas llamada:” Gang awareness”, ahí abrí los ojos y supe lo que en verdad significa una pandilla. Luego asistí a Alcohólicos Anónimos y otros programas y clases de mucha ayuda. Comencé a asistir a la iglesia, mi vida por fin tomaba un rumbo bueno y productivo, fue difícil, porque todos me criticaban, no les gustaba cuando uno hace lo que hace y recibe los beneficios que experimenta. Pero gracias a Dios yo seguí, sentí el cambio en mi vida, era una etapa nueva y maravillosa; tenía puros amigos positivos y con los mismos propósitos y metas. Mi entusiasmo creció y sentí que ya era hora de salir de la cárcel, tomé las cosas en serio, fui a cuanta clase pude y aprendí esforzándome por retener todo lo que pudiese. Hay una frase que dice:” Querer como si nunca nos han hecho daño, trabajar como si fuera el último día, y bailar como si nadie nos está viendo.” Comencé a hacer todo lo bueno, a testificarles a todos con la frente en alto acerca de mi nueva vida. Les hablo de que uno es dueño de hacer sus propias decisiones. Ya no tenía interés por el alcohol ni por la droga, no me interesa ser aceptado ni respetado por ningún pandillero. Mi nueva vida es lo que cuenta para mí. Puedo mostrar lo que es posible cuando uno se acerca a Dios, yo me sometí y le lloré y le pedí a Dios que me ayudara. Todavía recuerdo que me brotaban las lágrimas como chorros de agua, mis plegarias fueron escuchadas y se me dio fuerza, valor y sobre todo amor. Él es misericordioso y nos perdona las faltas que cometimos. Él envió a su Hijo para abrirnos la puerta y llegar a una vida mejor. Hasta hoy me sigo comunicando con Dios de forma espiritual, orando y leyendo la Biblia todos los días. Hago lo mejor para agradarle, soy humano y no soy perfecto, ahora viene la obra de Dios. En estos días recibí una noticia que me hizo llorar y creer más en mi Dios todopoderoso, yo sé que para él no hay nada imposible, ahora voy a tener la oportunidad de reunirme con el Comité que revisará mi caso en dos años en vez de 18 que faltaban. Primero Dios recibo una segunda oportunidad, yo solo digo que sea su voluntad y no la mía, que cuando esté para salir, él me lo concederá. Hoy continuo haciendo todo mi parte, educándome, preparándome, yendo a toda clase de grupos de ayuda; me reúno con mis amigos positivos y con mis principios y valores. Estoy sirviendo a Dios y ayudando a los demás; le alabo y glorifico, y pido por aquellas personas a las que un día le hice daño. Hoy he aprendido a amarme a mí mismo, valoro la vida de los demás y la mía propia. Creo que la compasión y el amor hacia todos es la clave. Dios es amor y puras cosas buenas y positivas. Esta es parte de mi historia y mi testimonio, les pido que oren por mí y yo oraré por ustedes. Gracias por su atención, su amor y por entender lo que aquí les escribo. Sinceramente: Vicente. Alguien que cree en Dios con todas las fuerzas de su corazón. Al lado de familiares y amigos de Vicente, luego de leer su carta.
![]() Los que conocemos a Jesús no podemos permitir que una persona que esté a nuestro lado ignore el mensaje del evangelio. El ser humano enfrenta cuatro verdades muy importantes que los creyentes conocemos: 1. El hombre, la humanidad está en problemas. Todos somos pecadores ante Dios. No hay nadie que se escape de esta realidad. Nuestros primeros padres pecaron y la muerte pasó a todos los hombres. Por esa razón, estamos destituidos de la presencia de Dios. El hombre carga con un profundo vacío espiritual que no puede llenar con nada. Ni la religión, ni las buenas obras, ni ningún esfuerzo humano puede llenar nuestro vacío, porque el problema está en que al estar separados de Dios, estamos alejados de la vida y la felicidad. Rubén Dario, el gran poeta Nicaraguense, exponía el sentir de la humanidad en su poema: lo fatal. El escritor es sincero al describir lo que sentía como un hombre que en su momento no tenía a Jesús, este poema es el grito de todo aquel que no ha tenido un encuentro con Dios. Lo fatal: Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, ¡ y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!... ...-... Que increíble hubiera sido si el poeta hubiese contado con algún cristiano que le presentase la verdad del evangelio. No hubo ninguno en aquel momento. 2. Dios dio a su hijo. El amó tanto al mundo que dio a su hijo, para que todo aquel que en él crea sea salvo. Juan 3:16. Jesús es el único camino al Padre, Juan 14:6, 1 Timoteo 2:5. Ninguna religión ni movimiento pueden salvar, solo Cristo Jesús. El en la cruz del calvario dio su vida, tomó nuestro lugar, para que todo aquel que le clame y le pida que entre a su corazón sea salvo. Cuando Cristo viene a nuestra vida nos limpia de todo pecado y la pared, el abismo que nos dividía de Dios desaparece. Al entrar en contacto con Dios experimentamos la vida, la paz y ríos de agua de vida fluyen en nuestro interior. 3. Todo aquel que cree es salvo. La salvación no es algo dificil, está al alcance de todos. Pablo dice en Romanos 10: 8-10: "Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación." Esa fe para salvación viene de oir la palabra. Si la persona, sea nuestro amigo, nuestro familiar, un vecino, quien sea, si tiene necesidad de Cristo solo tiene que pedir con sus labios que Jesús entre a su corazón y declarar que él sea el Señor de su vida y será salvo. 4. La fe viene por el oir. Romanos 10:14 dice:” ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” Por qué es tan importante compartir el evangelio? Porque la fe viene por el oír. Es preocupante pensar que hoy muchos no hablan de Jesús con los necesitados. La esposa no comparte con su esposo el poder transformador de Jesús, los padres no lo hacen con sus hijos, los vecinos ignoran que la persona de al lado puede estar perdida por la eternidad, los compañeros de trabajo se callan esta verdad. Jesús insistió: vayan por el mundo y prediquen el evangelio. San Pablo afirmó:" No me averguenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación." Si una persona peligra estar alejada de Dios por la eternidad en un estado de perpetuo sufrimiento, no puedo callar el mensaje, debo gritarlo, hablarlo, persuadir, contarlo, compartirlo. Debo clamar por quien no cuenta con la salvación y debo hablar con quien lo necesite. Porque hay gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente. Cuando alguien recibe a Jesús el cielo es conmovido y hace fiesta. Que privilegio, amar las almas, llevarlas a Jesús y saber que estaremos unidos por toda la eternidad con esa persona. uí para modificar. ![]() Por: Geovanny A. Barrantes He escuchado varias historias acerca del día de acción de gracias. Entre ellas una en la cual los peregrinos no tenían que comer y de pronto apareció un pavo como respuesta a sus oraciones. La historia de esta celebración parte del año 1620, cuando un grupo de más de cien peregrinos llegaron a América a bordo del Mayflower. Estas personas eran bien sometidas a Dios y huían de la persecución religiosa que tenían que enfrentar en su tierra. Llegaron a Massachussets y se intalaron en Plymouth Rock; pero su primer invierno fue muy duro, el frio era terrible y no había suficiente comida. Algunos de ellos empezaron a enfermar y murieron la mitad de los que venían, hasta que los indígenas del lugar llegaron para ayudarles. Ellos les enseñaron a cultivar el maíz, las frutas y hasta verduras, también les enseñaron a pescar y a cazar. Para el primer año Dios los bendijo en abundancia con sus cosechas y organizaron una tremenda cena a la cual le pusieron: The America;s First Thanksgiving, ( La primera Acción de gracias en América.) Ese día invitaron a los indios de la tribu Wampanoag y estos llevaron carne de ciervo para asar, palomitas de maíz y turkeys o pavos. Los peregrinos sacaron su vajilla que hasta aquel día era desconocida para los indios y, uniendo la comida de ambos grupos, dieron gracias y comieron. En noviembre de 1623, después de recoger la cosecha, el gobernador de la colonia declaró: "Todos ustedes, peregrinos, con sus esposas e hijos, congréguense en la casa comunal, en la colina… para escuchar al pastor, y dar gracias a Dios todo poderoso por todas sus bendiciones." George Washington lo confirmó y años después el Presidente Abraham Lincoln expresó:” “El último jueves de noviembre será un día de acción de gracias y adoración a nuestro Padre benefactor, quien mora en los cielos. Está anunciado en las Sagradas Escrituras y confirmado a través de la historia, que aquellas naciones que tienen al Señor como su Dios, son bendecidas. Pero nosotros nos hemos olvidado de Dios. Nos hemos olvidado de la mano que nos preserva en paz, nos multiplica, enriquece y fortalece. Vanamente nos hemos imaginado, por medio del engaño de nuestros corazones, que todas éstas bendiciones fueron producidas por alguna sabiduría superior y por nuestra virtuosidad. Me ha parecido, apropiado que Dios sea solemne, reverente y agradecidamente reconocido como un solo corazón y voz, por todos los americanos…” En adelante esta costumbre es una de las más importantes del país. En este día todos se reúnen en casa de un familiar, para conversar, gozarse, y sentarse alrededor de la mesa donde siempre habrá pavo asado, maíz y pan casero. Se comparten bendiciones, buenos deseos y se da gracias a Dios por todas sus bendiciones. La lista de razones para dar gracias es sin fín, pero podemos pensar en que:
Dios quiera que el consumismo del día siguiente, ( Black Friday) no opaque este día tan importante. Que tengamos como prioridad sentarnos alrededor de la mesa y reconocer a nuestro Dios con gratitud, sin prisas ni preocupaciones; solo meditando en el gran cuidado que tiene de nosotros, en sus milagros y su bondad. Nuestra oración es que esta nación siga siendo bendecida, que los hombres se vuelvan a él, que entendamos que Dios no es algo en la lista de deberes del cual nos acordamos cuando estamos en extrema necesidad, sino que él sea el Señor y la persona más importante de nuestras vidas. Que podamos transmitir a nuestros hijos y familiares la gran bendición que logramos al tener un corazón agradecido. Y que lo grandioso de la vida sea saber que jamás vamos a sucumbir porque Dios siempre cuidará de nosotros, nos enseñará a superar la adversidad y nos concederá tener grandes cosechas entre las cuales podemos contar: bendiciones espirituales, amigos, victoria en los retos de la vida, prosperidad en todas las áreas y contar con personas que nos aman genuinamente. ![]() Hace una semana, en Francia, un ataque terrorista dejó 129 muertos. Nadie hubiera imaginado que sucedería, pero de pronto unas personas sin conciencia de la vida, motivados por el extremismo religioso y erróneas interpretaciones de la vida en el más allá, provocaron lo que ha sido uno de los días más tristes en la historia de la humanidad. Lo sucedido ofrece muchas cosas porque meditar, decido quedarme con una muy importante: la realidad de que no sabemos cuándo la vida en la tierra se nos acaba. Todos hacemos planes para el mañana, lo que no está en nuestra agenda personal no lo esperamos. Pero la muerte llega en el momento menos esperado, en el lugar menos indicado y a la hora que no imaginamos. Debemos estar listos para el momento, no podemos esperar para ponernos en cuenta con Dios en otro día, porque nada garantiza un mañana; tan fácil como abrir nuestro corazón a Jesús y la paz de Dios llenará nuestra alma y nos dará la seguridad eterna. Unido a ello, no podemos tener cuentas pendientes, debemos perdonar aunque sea difícil, amar, aunque parezca que hay quienes no lo merecen, abrazar, dar la mano, expresar nuestros bonitos sentimientos a los demás, esforzarnos por dar lo mejor de nosotros mismos, romper el hábito de posponer, administrar con sabiduría la cantidad de tiempo que se nos ha dado, sonreír, no tomarnos las cosas tan en serio, saber que no podemos evitar tener miedos, pero no doblegarnos a ellos, más cuando sabemos que la mayoría de temores jamás llegan a cumplirse. Bonito viajar por la vida sin mucho equipaje, extender la mano, decidir ser felices, disfrutar a Dios en todo momento, hacernos como niños, no perder nunca la fe, jamás amargarnos. Entre las 129 personas que murieron ese viernes, está Nohemí González, una muchacha de tan solo 23 años, llena de sueños y muy esforzada. Sus padres la recuerdan como una gran hija, sus compañeros como una gran amiga, sus profesores como una estudiante modelo. He estado por un momento en la universidad donde estudiaba, frente al lugar donde la gente le deja flores, tarjetas y cosas; veo como las personas se detienen, meditan, bajan la cabeza con respeto y siguen adelante. Este cuadro invita a preguntarnos cómo nos recordarán cuando ya no estemos aquí. Para concluir; un hecho tan desastroso no nos desanima, al contrario, nos da fuerzas, saca lo mejor de nosotros, nos hace detenernos y hacer cuentas. Un esposo que perdió a su esposa en los atentados, tienen un niño menor de dos años; el hombre valientemente pudo expresar que el terrorismo no me convertirá en una persona llena de odio. ¡Qué gran decisión! De verdad que podemos mirar hacia adelante con valentía y saber que en el Señor tenemos la fortaleza para vivir tranquilos sin temor a nada. En Dios somos más que vencedores. ![]() Los que seguían a Jesús. Marcos 3:7-12. Texto: Marcos 3 : “7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, 8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. 9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen. Introducción: La biblia dice que multitudes de todo lugar seguían a Jesús, no importa cuánto tuviesen que recorrer ellos iban donde estaba. Tan solo sabían que estaba en algún lugar y ellos iban, si se daba la noticia que estaba en una casa corrían hacia allá, si estaba en el monte, al rato, las multitudes llegaban. Pero no todos le seguían porque le amaban, o porque anhelaban estar a su lado, o hacer lo que él decía. A Jesús lo seguía toda clase de persona. Una multitud está escuchándole, él está hablando del amor, de la oración, de leer la palabra, de caminar en obediencia, de que todos tenemos una cruz que cargar y debemos negarnos a nosotros mismos. De pronto una mujer tiene una hija enferma y le ruega que la sane, una paralítico solicita ser tocado, un ciego grita pidiendo misericordia, una anciana lleva a enterrar su único hijo, una familia en la miseria pide esperanza, un pecador quiere cambiar su vida, una mujer entregada a la prostitución busca otra clase de existencia. Y cada uno de ellos, recibirá lo que busca. Serán sanados, serán tocados por el poder de Dios, podrán cambiar sus vidas, recibirán esperanza, volverán a soñar, tendrán gozo y en sus rostros se dibujará de nuevo las sonrisas. Otros entenderán las verdades en las cuales deberán caminar. Si, una multitud le seguía, se calcula que cada día le seguían unas 20.000 personas y me pregunto qué clase de personas le seguían. En aquella congregación no todos eran iguales, podemos clasificar aquel grupo. A Jesús lo seguían: a. Gente con sed de Dios Ellos buscaban algo real para su vida, querían saber el motivo de su existencia, querían saber para qué estaban aquí, no querían una vida común, sabían que había algo más que vivir por vivir y Jesús llenó sus expectativas. Les abrió sus ojos para que vieran, les iluminó el camino; estas personas eran llenas de Dios, tenían sed de Dios y fueron saciados, tenían hambre de su palabra y él se las dio, tenían ansia de su presencia y se llenaron de su gloria. b. Pecadores queriendo cambiar Estas son las personas que han decepcionado a sus seres queridos, han vivido una doble vida, aman a su familia, quieren lo mejor para ellos, pero están atados a algún pecado y sienten que no pueden salir; son muchos los problemas que les pueden atar: * alcoholismo * adulterio * drogas * pornografía * enojo *deseos de venganza * desestima Por momentos sueñan, sienten que pueden salir, que nada les impedirá lograrlo. Miran su familia unida, todos felices, todo esta bien; y hacen grandes promesas a los suyos y todos se ilusionan, pero cuando dan la espalda, cuando cae la noche, vuelven a lo mismo, se ven enredados en los mismos pecados, se ven atascados en el mismo fango y no pueden salir, se decepcionan de sí mismos, desearan desaparecer, irse lejos, no seguir. Pero han encontrado en Jesús la respuesta, él dijo: el diablo vino para hurtar, matar y destruir, pero yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. El dijo: yo soy el camino, la verdad y la vida. El dijo: el que cree en mí de su interior correrán como ríos de agua de vida. El dijo: si puedes creer, al que cree todo le es posible. Así que entre los que le siguen están aquellos que han sido libertados de sus pecados. c. Personas que necesitaban un milagro Estas personas son las que se han visto tentadas a perder la esperanza, están por perderlo todo, están por morir, una enfermedad amenaza su vida, un dolor no les deja dormir, una ansiedad les roba el sueño, una tristeza les consume la vida, un ahogo no les deja respirar; su cuerpo se niega a responderles y hay cosas que no pueden lograr. Se levantan y no pueden responder a la llamada del día, los doctores han encontrado la razón, es una enfermedad que puede llamarse de mil nombres, un mal, un problema; pero no tienen la cura, la medicina no responde. De pronto oyen de Jesús, él tiene poder, nada hay imposible para él. Un toque de su manto les puede sanar, una palabra de sus labios que ordene sanidad y problema resuelto, una mano sobre la cabeza desata la sanidad para todo el cuerpo, una mirada, solo una mirada del Salvador y son sanos. Cada día hay nuevos testimonios, ciegos que ven, paralíticos que se levantan, deprimidos recobran el poder de la sonrisa, muchos son sanos, otros no, pero esperan, saben que un día, en cualquier momento serán sanos, porque Dios es todo poder, y Jesús está allí. d. Fariseos y religiosos Pero entre los que le siguen están los religiosos, los fariseos; ellos no ven lo que Jesús está haciendo, ellos están allí para criticar, para burlarse, llenos de soberbia se creen santos, perfectos, que todo lo saben, que tienen razón y les da por atacar lo que está pasando. Podrían quedarse en sus casas, podrían no venir, pero están allí. Entre la multitud de los que tienen sed de Dios, de los que buscan sanidad o liberación, entre los que realmente aman al Señor, están allí para juzgar todo lo que se hace y tratar de afectar negativamente todas las cosas. Pueden orar, pero lo hacen buscando su propia justicia. No están interesados en que se haga la voluntad de Dios, sino en su propia voluntad. Les encanta hacer comentarios negativos, son irónicos, burlistas de todo lo que pasa, sin ningún temor hacia Dios, se tornan espirituales, hablan en nombre Dios, se atreven a decir: Dios me dijo, hacen lo que sea y actúan como sea para afectar lo que Dios está haciendo. Ellos nunca estarán satisfechos, nunca estarán contentos porque nunca le dan la oportunidad a Dios de llenarles, para ser llenos necesitan callar y venir ante la presencia de Dios y rogarle que les abra los ojos para ver su obra, pero ellos nunca lo harán. Estos son los que se fijan en pequeñeces para sentir que están por encima de todos: “ ehhh, porque tus discípulos no se lavan las manos…” “ ehhh, porque sanas en día de reposo…” “ ehh, y ud. En nombre de quien hace milagros…” “ ehh, quien se cree ud. No es hijo de María y de padre sospechoso?” “ ehhh…porque uds. No ayunan como se debe…” Mientras este grupo vive disgustado, el pueblo de Dios sigue a Jesús, lo escuchan con un corazón abierto, son sanados, son libertados, tienen esperanza, reciben el consejo divino y son testigos dela gloria divina. No importa cuántos fariseos estén presentes, esta gente llora de ver la presencia de Dios, esta gente aplaude, danza, se goza, sale feliz, tiene confianza y es llena de la gloria divina. Distinta gente seguía a Jesús, como hoy distinta gente le sigue, ¿En cual grupo estás tú? Porque si realmente anhelas de Dios, el hará su obra en tu vida. Si realmente le amas, verás su gloria en tu vida, si vienes con expectativa recibirás su bendición. No importa cuál sea tu problema él tiene poder para darte lo que anhelas. Solo enfócate en él, solo abre tu corazón, déjale fluir, déjale manifestarse en tu vida, déjale moverse en ti y su gloria será manifestada y grandes cosas pasarán en tu corazón. Porque él es real, es el mismo que camino por aquellos caminos de Israel haciendo milagros y te sigue amando y anhelan que vengas a él para hacer una gran obra en tu vida. |
AutorGeovanny A. Barrantes. Archives
Septiembre 2016
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